Ntra. Sra. De Kibeho - Ruanda, África, entre 1981 y 1989
Fragmentos | La predicción del genocidio | Aprobación de la Iglesia
Fragmentos del libro Nuestra Señora de Kibeho de Inmaculée Ilibigaza
[Cómo rezar]
- «Hijos míos, hay muchos que desean rezar, muchos tratan de rezar, pero no saben hacerlo. Deben pedir la fortaleza y el conocimiento para comprender lo que se espera de ustedes. Los amo a todos, porque hay muchos aquí que desean alcanzar el camino al cielo, pero no poseen la fortaleza ni el conocimiento para pedir la ayuda divina. Mis queridos hijos, escuchen mis palabras, porque les voy a enseñar cómo orar desde el fondo de sus corazones».
»Deben comenzar sus oraciones ofreciendo a Dios todo lo que tienen escondido en su alma. Dios ve cada una de sus acciones y conoce todos sus pensamientos, no pueden esconderle nada. Pero deben decirle a Dios ustedes mismos, deben estar dispuestos, y ser lo suficientemente fuertes, como para confesarle todas las infracciones de su cuerpo, mente y espíritu. No retengan nada, admitan todas sus malas obras y malos pensamientos. Luego deben pedirle a Dios perdón desde el fondo de sus corazones. Pueden estar seguros que si se confiesan y buscan sinceramente el perdón, Él los perdonará. Comenzando así, los pecados que cargan, no los distraerán de orar con honestidad. Después pueden hablar con El sabiendo que su corazón está limpio y su conciencia está limpia. Oren fervientemente, hagan una petición, imploren Su favor, pidanle Su bendición: Dios ve sus almas y sabe que ustedes están buscando Su ayuda con un corazón arrepentido (...)».
[A los jóvenes]
- [Palabras del Señor Jesús:] «Los jóvenes deben dejar de tratar sus cuerpos como juguetes o instrumentos de placer. Muchos jóvenes están usando cualquier método para encontrar el amor y ser amados por los demás, hasta olvidar que el verdadero amor sólo viene de Dios, y de Dios solo. A cambio de servir a Dios, viven al servicio del dinero. Las jóvenes deben hacer que sus cuerpos sean instrumentos para glorificar a Dios, no servirse de ellos como objeto de placer para la lujuria de los hombres. Los jóvenes deben satisfacer el hambre de su espíritu, no los deseos de su carne. Diles que le oren a mi Madre para que interceda en su beneficio. Dile a los jóvenes que no arruinen sus vidas; vivir de forma errada puede perjudicar mucho su futuro».
[El estado de pecado mortal]
- «Ahí [... un charco oscuro ... como un enorme charco de tinta negra] es donde residen las personas que permanecen envueltas en la muerte del pecado -me dijo Nuestra Señora- Mi hijo tiene una misión para ti, debes alejar a los jóvenes de la oscuridad del pecado y llevarlos de regreso a su luz».
[La Cruz]
- ¿Por qué sigues llevando la cruz contigo? -le pregunté. Él levantó entonces la enorme cruz frente a él y la giró varias veces para que yo pudiera verla desde todos los ángulos posibles. Mientras la veía girar, mi corazón retumbaba contra mi pecho. «Ésta es la cruz de Cristo -replicó. Ésta es la cruz que hace que tiemblen los buenos y los malvados».
[La felicidad de estar con la Virgen]
- Mis ojos estaban cerrados, y estaba pensando en todas las tareas que me esperaban en la mañana cuando, sin razón alguna, comencé a sentirme muy feliz. Mi felicidad era tan intensa que comencé a reír de placer, pero pronto me reía con unas carcajadas tan sonoras que desperté a mis padres, quienes corrieron a averiguar cuál era el problema. «No pasa nada. Sólo que estoy muy, muy feliz» -les dije, todavía riendo. Era una sensación muy extraña, creo que estaba literalmente abrumada de felicidad. Mi habitación estaba llena de luz, y la vi de pie frente a mi. Era hermosa y joven, más joven que yo...; en verdad era una adolescente, pего sus ojos estaban llenos del amor que solamente una madre puede poseer. Llevaba un vestido blanco con un velo azul, y la luz que la rodeaba brillaba como una corona sobre su cabeza. «Dios me envió para darte un mensaje» -dijo. Mirando hacia atrás, Immaculée, supongo que debía haber estado aterrorizada, pero en verdad me sentía más segura y más amada que jamás en mi vida. Comencé a reír con más fuerzas, y la mujer sonrió y me dijo que rezara el rosario, Cuando comencé a hacerlo, me encontré de repente fuera de mi habitación y arrodillada al lado de ella en un campo de flores. Ella señalaba el cielo en donde vi una nave de cristal flotando en las estrellas. Pensé que me estaba mostrando el camino al cielo.
[La luz verdadera]
- «Afirma que hay muchas luces en el mundo que pueden seguirse, pero solamente hay una luz verdadera, la luz de Dios. Está desesperada porque ustedes sean tan sabios como para creer en lo que ella les dice y seguir la verdadera luz de Dios; esto les dará vida. Vivan con su fe durante toda sus vidas. No la usen como un abrigo que se quita y se pone, puesto que eso no los salvará cuando mueran».
[El amor de la Madre de Dios y Nuestra Madre; advertencias, enseñanzas, y el poder de la Virgen]
- «La Madre Santa dice que su amor por ustedes, sus hijos, es mayor que el amor de cualquier madre terrenal por sus hijos. Sus brazos están totalmente abiertos para acoger a todo el que venga a ella; a quienes abrazará contra su seno y los protegerá con su cariño. Nuestra Señora dice que ella los consolará; ella escucha todas las oraciones de aquellos que la llaman y los cuida a todos».
- «Les implora que no sigan el camino que Satanás ha construido para alejar al mundo de su Hijo. Dice que Jesús está buscando un lugar donde vivir y les ruega con sus lágrimas que le ofrezcan un hogar en sus corazones».
- «Amen a mi Hijo, ámense mutuamente y cuiden a los pobres y a los enfermos. No permitan que la envidia y la ira entren en sus corazones; llénenlos de bondad y estén dispuestos a perdonar. Si son débiles de espíritu o escasos de fe, recen a mí, y les brindaré consuelo y fortaleza».
[La misión de la joven vidente y La Misericordia de Jesucristo]
- «Hija mía, has sido enviada a una misión de amor. Le recordarás al mundo la gran misericordia de mi Hijo y el amor eterno que él tiene por sus hijos. Diles que él les ofrece paz a sus almas y felicidad a sus corazones, más allá de todo lo imaginable. Suplícales que oren a su Madre Celestial, pues les daré la fuerza necesaria para abrirles sus corazones a Jesús y dejar que su amor purifique sus pecados y su desesperación. Diles que acepten su amor y que así recibirán el gozo eterno. Ahora vete, hija mía, y predica la palabra amorosa del Señor».
[El camino estrecho y el camino ancho]
- «Aplicando lo que predicas como pastora, le mostrarás a mis hijos terrenales que el camino al cielo es estrecho y no es fácil de recorrer. Pero el camino que lleva a Satanás es ancho y fácil de seguir, porque el diablo no coloca obstáculos en el camino a la oscuridad».
[El Día del Juicio]
- [Segatshya:] «El Día del Juicio, el Señor le mostrará a todos su vida entera decía y las personas sabrán que ellos son los autores de su propio destino. Dios les mostrará las obras de toda su vida, y entonces esas personas irán donde merecen ir. No piensen que Dios no ve sus pecados; el Señor ve toda acción y conoce todos sus pensamientos. Arrepiéntanse porque no queda mucho tiempo...».
[La Misericordia de Dios y la necesidad de la oración]
- «... Dios no abandona a ninguno de sus hijos; Él siempre está esperando que lo acepten y le permitan entrar en sus corazones. Él nunca les negará su misericordia si se convierten verdaderamente en sus corazones. Jesús me está diciendo que les diga que la vida en la Tierra sólo dura un instante, pero que la vida en el cielo es eterna. Entonces, ¡deben rezar! Nadie entra al cielo sólo en virtud de sus buenas obras, ofreciendo regalos especiales, ni por concesiones. El único camino al cielo es través de las oraciones que vienen del corazón».
[El Rosario de los Siete Dolores para obtener el arrepentimiento]
- Lo que les estoy pidiendo que hagan es que se arrepientan. Si rezan el Rosario de los Siete Dolores y meditan sobre él, encontrarán la fuerza que necesitan para arrepentirse de sus pecados y convertir su corazón. El mundo se ha ensordecido y no puede escuchar la verdad de la palabra. Hoy en día, las personas ya no saben cómo pedir perdón por sus pecados: crucifican al hijo de Dios una y otra vez. Esa es la razón de mi llegada aquí. He venido a recordarle al mundo, y especialmente a ustedes aquí en Ruanda, en donde todavía puedo encontrar almas humildes y personas que no están apegadas al dinero o a las riquezas, que escuchen mis palabras con corazones abiertos. Recen mi Rosario de los Siete Dolores en busca de arrepentimiento».
- La Santa Madre le dijo a Marie-Claire que ella deseaba que todos aprendieran a rezarlo con la mayor frecuencia posible».