Oración de San Agustín
[Texto obtenido en la página web de caminitoespiritual.blog]Tú eres, oh Cristo,
mi Padre santo, mi Dios misericordioso,
mi rey poderoso, mi buen pastor,
mi único maestro, mi mejor ayuda,
mi amado hermosísimo, mi pan vivo,
mi sacerdote por la eternidad,
mi guía hacia la patria,
mi luz verdadera, mi dulzura santa,
mi camino recto, mi Sabiduría preclara,
mi humilde simplicidad, mi concordia pacífica,
mi protección total, mi rica heredad,
mi salvación eterna…
¡Cristo Jesús, Señor amabilísimo! ¿Por qué habré deseado durante la vida algo fuera de Ti, mi Jesús y mi Dios? ¿Dónde me hallaba cuando no pensaba en Ti? Anhelos todos de mi corazón, inflamaos y desbordaos desde ahora hacia el Señor Jesús; corred, que mucho os habéis retrasado, apresuraos a la meta, buscad a quien buscáis.
¡Oh Jesús! ¡Anatema el que no te ame! ¡Rebose de amargura quien no te quiera! ¡Dulce Jesús, que todo buen corazón dispuesto a la alabanza, te ame, se deleite en Ti, se admire ante Ti! ¡Dios de mi corazón! ¡Herencia mía, Cristo Jesús! ¡Desfallezca el latir de mi corazón!
Vive, Señor, en mí; enciéndase en mi pecho la llama viva de tu amor, acrézcase en incendio; arda siempre en el altar de mi corazón, queme en mis entrañas, incendie lo íntimo de mi alma, y que en el día de mi muerte comparezca yo del todo perfecto en tu presencia.
Amén.